La raza Colmenareña queda encuadrada dentro del tronco Churro

No se dispone de suficiente información sobre el origen de la raza, aunque por sus características morfológicas se puede considerar resultado del cruzamiento entre ovinos entrefinos autóctonos de la zona y ovinos del tronco churro probablemente procedentes de las antiguas trashumancias que traían rebaños a pastar a la zona de Colmenar Viejo, dónde desde antiguo ha estado presente perfectamente adaptada a un medio muy duro.

La pigmentación negra en cabeza y extremidades hace recordar a la oveja Latxa de cara negra. Igualmente la buena aptitud para la producción de leche puede deberse a la influencia del tronco churro.

El hecho de encontrarse esta raza en la Comunidad de Madrid en zonas próximas a la capital, dónde los núcleos urbanos han sufrido un fuerte incremento, urbanizándose zonas que tradicionalmente habían sido de pastos y explotación de la raza, ha hecho que el censo de esta raza haya sufrido una importante regresión. Otro hecho que ha influido de forma notable en la disminución del censo de esta raza es la mayor especialización productiva de otras razas ovinas lecheras que ha ido desbancando a esta raza.

No obstante estas circunstancias, podemos decir que en estos últimos años el censo de la raza ha aumentado notablemente gracias a la incorporación de nuevos ganaderos que han retomado la cría de esta raza precisamente por su rusticidad y capacidad de aprovechamiento de los recursos pastables. En estos últimos años el censo de animales inscritos en el libro genealógico ha subido de las 3.600 ovejas del año 2.002 repartidas en 14 ganaderías a las 6.400 ovejas en 23 ganaderías de la actualidad.